Blog de Cocina Tradicional

Cocina de hoy, con recetas populares, de manera clara y sencilla, predominando los productos de la dieta Mediterránea, y con la base fundamental del aceite de oliva.

viernes, 17 de junio de 2016

Alboronía

La palabra alboronía viene del vocablo árabe al-baraniyya que significa cierto manjar. Es un guisado de verduras, mezclado con pimentón y que se servía en los días de cuaresma (en los que está prohibido comer carne). Es por su contenido y su preparación el precursor del pisto y aunque normalmente se le introduce berenjenas resulta bastante suave y contundente si se sustituye ésta por patatas. 
Pongan su imaginación y realicen lo como  más gusten.






 INGREDIENTES:


·         Dos calabacines
·         ½ Kg de calabaza
·         ½ Kg de tomates  rojos rallados o una lata de tomate triturado de medio kilo
·         Una cebolla
·         ½ pimiento rojo
·         Dos dientes de ajo
·         Una patata
·         Un bote de garbanzos cocidos
·         Pimentón dulce
·         Comino molido
·         Sal
·         Aceite de oliva

ELABORACIÓN:

Lavamos todas las verduras, las pelamos y las troceamos. Los dientes de ajo, los machacamos en un mortero, con un poco de comino. El tomate se ralla para que no tenga piel. También podemos utilizar una lata pequeña de tomate triturado.


En una sartén o cazuela amplia, ponemos a calentar un poco de aceite de oliva, unas tres cucharadas soperas.

Sofreímos en ella la cebolla, con una pizca de sal para que sude y en cuanto empiece a ponerse rubia, añadimos el pimiento rojo picado.
Dejamos que se rehogue y echamos las patatas que es mejor cortarlas en cachelos, de este modo al soltar el almidón, ayudaran a espesar la elaboración.

Removemos constantemente, a fuego moderado, durante unos instantes para rehogar las patatas y añadimos la calabaza.

La calabaza de verano; variedad de piel clara y fina y semillas blandas. Tiene un periodo corto de conservación. Suelen ser más tiernas porque tienen más contenido en agua por lo que hay que tener cuidado de no dejarlas mucho tiempo cocinándolas para evitar que se deshagan.

Por el contrario la calabaza de invierno; variedad
más dulce, pero más seca que la de verano, con menor contenido de agua y piel más gruesa. Se conserva durante más tiempo que la de verano gracias al grosor de su piel, pero es más dura al cocinarla por lo que es conveniente blanquearlas antes de rehogarlas para que no queden duras.


Rehogamos bien y en cuanto rinda un poco la calabaza, añadimos los calabacines troceados.
Estos soltaran bastante líquido que ayudaran a cocinar el guiso. Tapamos y esperamos unos instantes.

Añadimos una cucharadita de pimentón dulce y removemos inmediatamente, a fuego suave para que no tome sabor. 

Inmediatamente incorporamos los tomates rallados o triturados y removemos bien.




Incorporamos el ajo majado con el comino e integramos en el guiso.

Tapamos y dejamos cocer 10 minutos a fuego muy suave.

Probamos y rectificamos de sal.






Pasado ese tiempo añadimos los garbanzos cocidos escurridos. 

Removemos y volvemos a tapar la cazuela, dejándola al fuego durante cinco minutos más y con la tapadera.

Pasado ese tiempo, apartamos y servimos.


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