Una receta con chispa que tanto se puede tomar como un primer plato, cena o suculenta tapa......
Las patatas, al confitar las en el microondas, se realizan en breve tiempo y resultan bastante deliciosas.
INGREDIENTES: 4 personas
-1
solomillos de cerdo grande
-1
cebolla mediana
-1
pimiento rojo de los de asar mediano
-2
dientes de ajo
-1
pimienta de cayena entera
-sal
-
pimienta negra
- un
poco de nata líquida
-
aceite de oliva Virgen Extra
-3
patatas grandes
-
perejil
-
pimienta blanca
ELABORACIÓN:
Tomamos los solomillos y los hermoseamos, eliminando la
membrana que pueda tener. Nos ayudaremos con la punta del cuchillo para
quitarla. Sale con suma rapidez.
Lo cortaremos en medallones gruesos, empezando por
la parte más ancha. Cuando lleguemos a la punta, la abriremos por la mitad.
Tomaremos un rodillo de cocina y con él estiraremos
los medallones, hasta obtener forma de filete.
De esta forma conseguiremos que la carne quede más
firme y tierna.
Los ponemos sobre una fuente y los salpimentamos.
Pondremos muy poca cantidad de pimienta, porque la salsa ya lleva picante con
el pimiento de cayena.
Picamos la cebolla finamente.
El pimiento lo lavamos y lo despepitamos. Quitamos
cualquier parte blanca que tenga en su interior.
Lo troceamos y picamos.
Los ajos los pelamos y los machacamos dándole un
golpe sobre la encimera.
Tomamos una sartén y ponemos en ella un poco de
aceite. Antes de que tome mucho calor echamos los ajos machacados y la cayena.
Removemos y doramos suavemente los ajos sin que se
quemen.
Tendremos mucho cuidado de no partir la cayena.
Corremos el riesgo de que la salsa pique demasiado.
Apartamos los ajos y los reservamos en un vaso
batidor. La cayena la retiramos y tiramos.
En el mismo aceite salteamos los filetes de
solomillo.
Primero por un lado y cuando empiece a soltar
juguito, le damos la vuelta.
Haremos esta operación en dos o tres veces. No
debemos echar mucha carne de una sola vez.
Reservamos los filetes en una fuente.
En el mismo aceite, sofreímos la cebolla. Añadimos
un poco de sal para que sude y cuando esté un poco rendida, añadimos el
pimiento.
Rehogamos el conjunto y cuando esté totalmente
sofrito, apartamos del fuego.
Incorporamos el sofrito junto con los ajos en el
vaso batidor.
Añadimos ½ vaso de manzanilla o jerez seco (si no
se tiene cualquier vino blanco de calidad)
Batimos el contenido hasta que nos quede una crema
fina.
Volcamos lo batido en la sartén y lo ponemos
nuevamente al fuego.
Cocemos a fuego moderado y removiendo para que no
se pegue hasta que evapore totalmente el alcohol del vino.
Probamos la salsa y rectificamos de sal.
Incorporamos la carne a la salsa junto con el jugo
que haya soltado y dejamos cocer unos minutos para que la carne absorba el
sabor de la salsa.
Antes de apartar, ponemos un chorrito de nata a la
salsa.
Removemos suavemente y la integramos. Apartamos y tapamos para que nos
se enfrie, mientras preparamos las patatas.
Para confitar las patatas vamos a utilizar el
microondas. Uno de los electrodomésticos más necesario y utilizado en los
últimos tiempos. Si tuviéramos que confitar las patatas a baja temperatura de
la forma tradicional tardaríamos más tiempo y gastaríamos más aceite, aunque lo
reutilizáramos.
El resultado es excelente.
Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas
gruesas. Le ponemos sal y un poquito de pimienta blanca.
Colocamos las patatas en una fuente de horno y las
rociamos generosamente con aceite de oliva Virgen Extra.
Picamos el perejil y lo repartimos por encima de
las patatas.
Cubrimos la fuente con un film transparente,
dejando una obertura en uno de los extremos para que pueda salir el vapor.
Introducimos la fuente en el microondas a máxima
potencia de 10 a 12 minutos.
Al retirar
el film de la fuente, tendremos mucho cuidado de no quemarnos, el vapor que
sale está a muy alta temperatura.
Emplatamos colocando en un plato amplio unos tres
filetes de carne acompañado de su salsa por comensal y lo rodeamos con las
rodajas de patata.
¡Qué aprovechen!
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